Estos primeros 20 años del nuevo siglo han sido muy intensos debido a las subidas y, especialmente, las bajadas de la economía. La gran depresión económica de la pasada década supo sacar de nosotros nuestra faceta más ahorrativa y convertirnos en verdaderos malabaristas de la economía, el consumo sostenible y el reciclaje feroz. Pero no es necesario estar en tiempos de crisis para saber y/o aprender a ahorrar y más en una época en la que el reclamo incesante de la Tierra por un consumo sostenible y responsable se ha convertido en leimotiv mundial.
Muchos de nosotros ya hemos hecho del reciclaje de plásticos, vidrios, cartones, etc… una costumbre en nuestro día a día. Y lo mismo debemos hacer con los alimentos y nuestros hábitos de consumo. Existen muchos trucos para ahorrar y sacar el máximo partido a nuestros alimentos. ¿Que todavía no sabes cómo? Pues sigue leyendo que te vamos a ofrecer unas sencillas pautas para que te unas con nosotros a nuestro compromiso #ecospar.
- Planifica tu menú diario y evita la improvisación.
- Compra de forma inteligente. Es decir, revisa la despensa y el frigorífico, haz una lista de lo que te falta y no compres más de lo que necesitas. ¿Un truco? No vayas nunca a comprar con el estómago vacío 😉
- Haz buena cuenta de tu presupuesto y sobretodo recuerda: ¡Tirar comida es tirar dinero!
- Conserva adecuadamente tu comida, según sus necesidades de frío.
- Consume la comida por orden de entrada, de la más antigua a la más nueva.
- Ajusta las raciones y cocina en la proporción necesaria.
- Aprovecha la comida sobrante.
- Tira a la basura sólo aquello que sea realmente imposible de aprovechar.
- Si comes fuera de casa, lleva tu propio recipiente reutilizable. De esta manera conseguirás ahorrar dinero aprovechando los alimentos sobrantes, además de llevar una dieta más equilibrada.
- Si comes en el restaurante no pidas con los ojos, pide con moderación y no dudes en pedir las sobras en un envase para llevar.
Basándonos en uno de los puntos de este decálogo, y como ya comentamos en un post anterior, el “trashcooking” (o cocina de aprovechamiento) es una de las tendencias en alza que pone de relieve la reutilización de los alimentos así como hacían antaño nuestras entrañables abuelas. Es decir, dar una segunda vida a nuestras comidas, reutilizando las sobras para crear una nueva y sabrosa receta.
Pero la comida no solo la podemos reutilizar en comida, también le podemos dar nuevos, diferentes y sorprendentes usos que te dejarán con la boca abierta.
COSMÉTICA 100% NATURAL:
- Aceite usado para hacer jabón: ¡Las abuelas sabían más del mundo y del medio ambiente que la mismísima Greta Thunberg! Sí, pues ellas ya sabían de la importancia del cuidado del medio ambiente y de las propiedades contaminantes del aceite en el agua potable. ¿Qué hacían para evitar el problema? Guardaban el aceite sobrante en garrafas y después lo colaban y limpiaban bien antes de mezclarlo con agua y sosa para hacer jabón. Y para dotarlo de una agradable fragancia le añadían aloe vera, avena u otros ingredientes naturales, que además aportan excelentes propiedades para tratar problemas de la piel y el acné. No hay nada más natural e hidratante para tu piel.
- Mascarillas para el cabello: Te sorprenderá como una mascarilla hecha en casa tiene tan buenos resultados. ¡Toma nota! Aprovecha las propiedades ultra hidratantes del aguacate y añade unas rodajas en el yogur caducado que dejaste olvidado en tu frigorífico. Mézclalo bien con el túrmix y utilízalo como tratamiento para tu cabello seco antes del lavado. ¡No volverás jamás a tus productos habituales!
- Labios de infarto: En estos días de pleno invierno, en los que resulta inevitable tener los labios secos y agrietados, seguro que agradeces este pequeño truco. Antes de dejar que tus limones se sequen y arruguen sin remedio, exprímelos y añade al zumo saliente dos cucharas de aceite de oliva y una cucharada de sal. Mezcla bien todos los ingredientes y frota suavemente tus labios con la mezcla. Notarás que la piel muerta se elimina y que los labios quedan suaves y tersos.