Tengas el tipo de cabello que tengas, disfrutar de un cabello sano y bonito es siempre posible, y saber cómo no es tarea difícil.
Y es que el tener un cabello cuidado y bello no sólo es un valor estético, también es un signo de salud. Un pelo sano es sinónimo de vitalidad y buena alimentación. Es el síntoma externo de un buen equilibrio interno. Nuestro cabello tiene una estrecha relación con el sistema nervioso ya que está constituido principalmente por tejido muscular, queratina, aceites, proteínas y silicio.
¿Liso, ondulado, rizado? ¿Seco, graso, lacio, encrespado, opaco…? ¿Fino, grueso o mediano? ¿Natural, teñido o con canas? Independientemente del tipo de pelo, son tres las palabras clave comunes a todos a tener en cuenta: limpiar, nutrir e hidratar.
CLAVES PARA UN PELO SANO:
La clave de un pelo sano está en saber elegir los productos adecuados y seguir una serie de rutinas, para lucirlo fuerte y vital, brillante, sedoso e hidratado, basadas en una vida sana y equilibrada ¿Cómo? Te lo explicamos:
Rutinas en el cuidado
- ¿Cepillas tu pelo unas cuantas veces al día?
Hacerlo estimula la circulación del cuero cabelludo y ayuda a que crezca más y, además, lo haga de una manera más saludable, facilita la oxigenación favoreciendo la restauración del cabello maltratado y opaco.
- ¿Eres más de agua caliente o tibia?
Seas del tipo que seas, debes saber que el agua caliente debilita el cuero cabelludo, haciendo que el pelo luzca sin brillo y seco. En cambio, el uso de agua templada para el aclarado sella las cutículas del pelo, ayudándolo a lucir brillante y sedoso. Templada o caliente, tú decides.
Junto al agua caliente, hay que tener cuidado con el exceso de calor que puedan recibir nuestro cabello y cuero cabelludo. Hablamos aquí del abuso de planchas, pinzas o secadores. Con el exceso de calor estamos debilitando también el cuero cabelludo, perdiendo brillo.
Al exponer con frecuencia nuestro cabello al calor, este se reseca y, como consecuencia, pierde brillo y vida con el paso de los días.
El uso frecuente de planchas, secadoras y pinzas hace que nuestro pelo se debilite y las puntas se abran frenando su crecimiento. Lo ideal para evitar estos daños es reducir el uso de este tipo de aparatos y de hacerlo, aplicarse posteriormente un buen tratamiento hidratante para el cabello y cuero cabelludo; productos basados en keratinas o aceite de argán pueden ser tus aliadas.
- Cantidades de producto adecuadas y aclarado:
No abuses de los champús y las mascarillas: usar demasiado champú, además de hacer más difícil su eliminación, puede actuar sobre el folículo capilar, dañándolo y haciendo que tu pelo se vea más opaco. Lo recomendable sería el uso de una porción similar al tamaño de una nuez.
En ocasiones los problemas nos vienen ocasionados por un mal aclarado. Las mascarillas capilares y acondicionadores mal aclarados pueden producir un exceso de grasa en nuestro cabello. Es importante un buen aclarado con agua tibia para evitar el exceso de grasa.
En cuanto al uso de mascarillas y acondicionadores, si eres de las de pelo graso, recuerda utilizar este tipo de productos de la mitad de la melena hacia las puntas.
Evitar situaciones de estrés, beber agua y el consumo de biotina (vitamina B7 esencial que favorece el crecimiento capilar y de las uñas), presente en huevos, pescado azul, nueces, guisantes o arroz integral, son otras de las recomendaciones para ayudar a nuestro cabello a lucir sano y radiante.
Productos esenciales del cuidado diario del cabello.
- ACEITE DE ARGÁN:
Los productos para el cuidado del cabello que contienen aceite de argán son ricos en Vitamina E, Omega 3 y Omega 9 y nos van a proporcionar un extra en nutrición, previniendo el envejecimiento prematuro y reparando los cabellos dañados, con resultados visibles en pocas aplicaciones.
Entre los beneficios más interesantes del argán para el cuero cabelludo y el cabello cabe destacar, en primer lugar, la reducción de sequedad y el aumento del brillo. Si estamos ante un pelo muy encrespado y difícil de peinar, la aplicación de argán a la hora del peinado te permitirá domarlo con gran facilidad.
El aceite de argán es una solución si no quieres cortarte esas puntas abiertas tan poco atractivas. A través de un pequeño masaje en las puntas a diario con aceite de argán lograrás al cabo de poco tiempo que luzcan un aspecto más sano y cuidado.
- KERATINA LÍQUIDA:
La keratina es la principal proteína del cabello y, por tanto, tiene una gran afinidad con la fibra capilar. Su principal efecto es el de reparador. Pero la keratina natural, con el paso del tiempo y la exposición del pelo a diferentes factores ambientales (frío, calor, humos, cloros…) se va debilitando, por esto es recomendable un aporte externo a través de productos que tengan como base esta proteína.
Gracias a esta capacidad de reparación, el uso de la keratina está en alza, hasta el punto que en la actualidad los tratamientos con este tipo de productos en las peluquerías son los más demandados.
Externamente, un cabello reparado supone la eliminación del encrespamiento, dándole fuerza y vitalidad.
Los tratamientos basados en la keratina, por lo tanto, van a aportar brillo y vitalidad a tu cabello, van a hidratarlo y lo protegerán de los factores externos que llegan a dañar el pelo día a día.
En resumen, el uso de la keratina nos va a proporcionar cabellos reparados y protegidos, actuando donde más dañado está el cabello, por lo que lo refuerza y reestructura.