¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de los robots de cocina?
Seguramente conozcas a alguien que tenga uno en su casa, y es que actualmente una de cada cinco cocinas cuenta con este electrodoméstico en plantilla.
Y si no lo conoces directamente, seguramente sabrás del amigo de tu amigo que lo tiene.
Y seguramente también sabrás que están “encantados” con él, y te habrán comentado hasta qué punto les ha cambiado la vida contar con este pequeño ayudante de cocina.
De hecho, todos los cambios suponen una pequeña revolución y pasan por diferentes estadios; del escepticismo a la necesidad en cuestión de semanas.
Esta revolución se encuentra estrechamente vinculada a los cambios sociales, costumbres y hábitos, cambios de consumo o preferencias de consumo, junto con la variación de los diferentes roles familiares a lo largo del tiempo.
Y atrás van quedando las horas de infinita dedicación en la cocina. Aquellos tiempos en que nuestras abuelas pasaban toda una mañana rodeadas de pucheros, paellas y caldos… Aquellas horas de dedicación eterna que concluía con la presentación de la obra culinaria en sociedad. Una sociedad que se reunía en torno a una mesa, con tranquilidad, sin prisas y con el paladar ya educado por la “gran dama.”
Revolución – Evolución
Pero los tiempos cambian, es lo que algunos denominan “evolución”; del lavar a mano a la lavadora semiautomática y de la semiautomática a la automática.
La filosofía del ahorro de tiempo y esfuerzo se impone con fuerza y surgen las primeras lavadoras – secadoras (“lavar sin lavar y secar sin tender”).
Cocinamos en mayor volumen para posteriormente congelar, propiciando la aparición de la tecnología no-frost, donde congelar no es lo mismo que conservar.
Los hornos, las lavadoras, las secadoras, los lavavajillas, las neveras…. hayan creado o no una necesidad, o hayan surgido o no para cubrir una necesidad, lo que está claro es que han nacido para hacernos la vida más fácil y cómoda. Nos ayuda a hacer las tareas del día a día en menos tiempo y con menos esfuerzo.
Y el caso del robot de cocina no es una excepción.
¿Qué puede hacer por nosotros un robot de cocina?
Bajo la premisa de hacerte la vida más fácil, la incorporación de un “cocinero inteligente” te va a ayudar en la preparación de la comida diaria. Si eres de los que te gusta cocinar al estilo “abuela del pasado”, seguramente podrás descubrir nuevas recetas, crear nuevos sabores y texturas y hacer viajar tu paladar a través de las diferentes propuestas culinarias , diferentes países y diferentes culturas. Seguir experimentando como un chef pero junto a tu pinche de cocina electrónico particular.
Pero si eres de los que no vas más allá de una tortilla francesa, te va a permitir elaborar y probar, sin salir de casa, platos dignos de los mejores restaurantes, aquellos platos que nunca habrías podido soñar elaborar y cenar un lunes por la noche. Y es que ya lo dicen, que uno de los culpables del surgimiento del boom gastronómico actual es el Robot de cocina.
Sin lugar a dudas hará tu vida más cómoda, el acto de cocinar se resume a introducir los alimentos en la olla, del resto se encargará tu robot, mientras sales a dar un paseo, lees una novela, bañas a los niños o simplemente descansas tranquilamente en tu sofá.
Son famosos también por su rapidez, y, como buen robot, por su capacidad de programación, acatando lealmente el qué, cómo y cuando: qué queremos, cómo lo queremos y a qué hora lo queremos.
Pasar el día fuera de casa y encontrar la cena hecha y caliente ¿Quién no firmaría? 😉