Cada 1 de noviembre celebramos el día de Todos los Santos. Una festividad con un marcado carácter de recogimiento y recuerdo hacia los seres queridos que no están con nosotros. Pero ¿qué relación existe entre la veneración a nuestros difuntos y las tradiciones culinarias que disfrutamos durante este día?
Para responder esta pregunta, debemos irnos a los orígenes de esta festividad. En la actualidad el día de Todos los Santos está estrechamente ligado a cuestiones religiosas; exteriorizamos el recuerdo por nuestros difuntos acudiendo a misa o a los cementerios.
Pero la realidad es que estamos ante una celebración de origen celta (pagana). En el mundo celta, ya se celebraba el “Samhain” (en galés, “final del verano”), rememorando la época en la que comienza el periodo más oscuro del año (desaparecen los colores del verano y la naturaleza adormece hasta la llegada de la primavera).
Durante el Samhain los celtas interpretaban el cambio estacional a través de un ritual donde se entendía que los muertos podían acceder al mundo de los vivos y, a través de druidas o “médiums” se producía la conexión con el mundo de los vivos, la misma que en la actualidad buscamos de manera espiritual.
El objetivo de este ritual era el mantener contentos a los espíritus, y es por este motivo que se dejaba comida fuera de las casas.
Con la llegada de la cultura romana, la celta se mezcló con la de los césares y la religión de los druidas terminó por desaparecer. Sin embargo, la «fiesta de los muertos» no se perdió del todo y fue heredada por el mundo cristiano en el siglo VII.
Los postres y dulces son los reyes el día de los Todos los Santos; huesos de santo, buñuelos o panellets … son los soberanos presentes en todas las casas durante este día tan señalado.
Y curiosos es que la mayoría de ingredientes que utilizamos para su elaboración sean de larga duración. ¿Es posible que sea por una conexión consciente o inconsciente con la eternidad? Qué son y cómo cocinarlos. ¿Lo vemos?
- HUESOS DE SANTO:
Se trata de un dulce de mazapán con un relleno que puede ser variado, aunque el más habitual es la yema. Se denominan así porque su forma recuerda a pequeños huesos y, al ser tradicionales durante el día de todos los Santos, han adoptado su apellido.
¿Qué vamos a necesitar?
Ingredientes:
– Para la masa de mazapán: 150 grs. de almendra picada SPAR, 200 grs de azúcar SPAR y 100 ml. de agua mineral SPAR.
– Para la yema: 50 ml. de agua mineral SPAR, 100 grs. de azúcar SPAR, y 4 yemas de huevo.
Preparación:
- Para el almíbar con el agua y el azúcar: hervir y remover durante 3 o 4 minutos hasta que se espese. Añadir la almendra y remover hasta conseguir una masa consistente. Dejamos enfriar.
- Para la yema hacemos un almíbar con el agua y azúcar. Batir las yemas de huevo y cuando el almíbar esté hecho vamos añadiendo el almíbar en el plato donde batimos las yemas.
- Envolvemos bien y sin dejar de remover vertemos la mezcla en el cazo con el almíbar y ponemos a fuego medio hasta que la crema se espese.
- Una vez creada la crema de yema dejamos enfriar.
- Para el mazapán: espolvorear la mesa con azúcar glas y coger una pequeña bola de mazapán. Estirar el mazapán haciendo una tira de unos 4 cm. de ancho y hacer cuadraditos. De cada cuadrito sacamos un cilindro. Los ponemos en una bandeja y dejamos que se sequen durante unos 10 minutos.
- Con una manga pastelera rellenamos y dejamos reposar 5 minutos.
- Para finalizar, podemos añadir por encima un chorrito de caramelo líquido SPAR.
- PANELLETS: Hechos con azúcar, huevos, patata cocida, almendras y piel de limón rayada, a partir de aquí se pueden combinar con otros alimentos como coco, café o almendras … aunque los clásicos son los que llevan piñones, que se añaden por toda la superficie.Especialmente típicos en Cataluña, Islas Baleares y Levante, donde la víspera de Todos los Santos las familias se reúnen para degustar estos dulces, junto con castañas asadas y boniatos.
¿Qué vamos a necesitar?
Ingredientes:
– Para la masa base: 500 gr. de almendra molida SPAR, 350 gr. de azúcar SPAR, 250 gr. de boniato, 2 yemas de huevo, 1 cucharada de extracto de vainilla, ralladura de piel de limón, 300 gr. de piñones SPAR, 2 claras de huevo y 1 yema.
Preparación:
- Cocemos el boniato con su piel en abundante agua. Cuando esté blando apagamos, dejamos que se enfríe y pelamos. Aplastamos con un tenedor y añadimos el azúcar. Mezclamos bien e incorporamos la almendra molida en tres tandas. Removemos bien para ir integrando la mezcla. Incorporamos el extracto de vainilla y la ralladura de limón. Mezclamos bien antes de añadir las dos yemas de huevo. Amasamos todo junto bien, dividimos en 5 partes iguales y reservamos.
- Encendemos el horno con el gratinador también a 180º.
- Cogemos una de las partes de la masa base y dividimos en 6 bolas iguales. Las pasamos por la clara de huevo y luego los rebozamos en los piñones, apretando bien para que queden integrados en la masa. Los pintamos con la yema de huevo.
- PESTIÑOS:
Los pestiños son otros de los dulces típicos de Semana Santa, aunque podemos encontrarlos también en otras épocas del año como Navidad y Semana Santa. Los pestiños son unos dulces muy típicos en Andalucía. Estos dulces se basan en tres ingredientes: harina, aceite de oliva y azúcar, dulce cuadrado con dos de sus puntas opuestas dobladas hacia dentro.
¿Qué vamos a necesitar?
Ingredientes:
– 1 vaso (250 ml.) de aceite de oliva virgen extra SPAR.
– 1 vaso (250 ml.) de vino blanco SPAR.
– 1 rama de canela.
– 1 cáscara de limón.
– 1 cucharadita de sal SPAR.
– 750 gr. de harina SPAR.
– Aceite de oliva virgen extra SPAR para freír.
– Azúcar SPAR para espolvorear.
Preparación:
1) Ponemos el vaso de aceite de oliva virgen extra en una sartén junto con la rama de canela y la piel de limón y freímos a fuego medio.
2) Dejamos que el aceite se enfríe, separamos la piel de limón y la rama de canela y ponemos el aceite en un cuenco grande.
3) Incorporamos el vaso de vino, la sal y un poco de harina y mezclamos bien.
4) Añadimos poco a poco la harina y amasamos con las manos hasta obtener una masa muy suave.
5) Formamos pequeñas bolitas con la mano y estiramos con un rodillo dejando la masa muy fina y unimos dos laterales.
6) Presionamos bien la unión de las dos masas y freímos con abundante aceite de oliva virgen extra hasta que estén dorados por ambos lados. Sacamos y dejamos sobre papel de cocina para que éste absorba el exceso de aceite y antes de que se enfríen los rebozamos en azúcar.