El bacalao es un pescado blanco muy versátil y fácilmente incorporable a multitud de recetas de todas las estaciones. El protagonista de esta receta es considerado una fuente de nutrientes que nos ayuda a proteger nuestro sistema cardiovascular y a prevenir inflamaciones. Contiene multitud de vitaminas del grupo B (B1, B2, B9…) y es alto en proteína, por lo que es una alternativa excelente a la carne.
Para esta receta será necesario:
- 450 g de bacalao desalado
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo
- 4 dientes de ajo
- 2 guindillas de Cayena
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Vino blanco
- Sal
- Pimienta negra molida
Una vez tenemos los ingredientes listos, será necesario precalentar el horno a 180 grados y sacar una fuente de cristal. A continuación, cortamos la cebolla en juliana y el pimiento rojo lo hacemos a tiras. Mezclamos las verduras y las extendemos en la bandeja, añadimos sal, el laurel y un buen chorro de aceite de oliva y lo ponemos en el horno durante 10 minutos. Una vez pasado este tiempo lo removemos y lo dejamos entre 8 y 10 minutos más, hasta que veamos que la cebolla está tierna.
Mientras las verduras se terminan de cocinar, iremos preparando el pescado. Para ello secaremos el bacalao con papel de cocina y lo dejaremos atemperar. Sacamos las verduras del horno y colocamos el pescado encima, añadiendo otra vez una cantidad generosa de aceite de oliva y un poco de vino blanco (opcional). Lo devolvemos al horno y en este tiempo prepararemos un refrito de ajos.
Para ello cogemos una sartén pequeña y añadimos aceite de manera que cubra el fondo y cuando esté caliente echamos los ajos de diente laminados con las cayenas a fuego suave, vigilando que no se quemen. Los sacamos cuando estén dorados y crujientes.
Una vez el pescado esté listo (entre 15 y 20 minutos dependiendo del grosor), vertemos el refrito de ajos y cayenas encima del pescado, servimos y ¡a disfrutar!