¿Somos conscientes de lo que comemos? En este punto, vamos a hablar hoy del azúcar, una sustancia muy presente en nuestras vidas incluso, a veces, ¡sin darnos cuenta!
Y es que las bebidas energéticas están más de moda que nunca, sobre todo entre los adolescentes. Según datos oficiales de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el 68% de los adolescentes de entre 10 a 18 años consumen este tipo de bebidas. Entre ellos, el 12% presenta un consumo alto de hasta 7 litros al mes. Lo que más nos puede impresionar es que el 18% de los niños entre 3 y 10 años toman bebidas energéticas a menudo.
Muchas de las personas que toman este tipo de bebida lo hacen con algún objetivo final como: mantenerse despierto, ayudar al rendimiento físico o incluso para estudiar. Y es que parece ser que este tipo de bebidas contienen, además de grandes cantidades de azúcar y vitaminas añadidas, una serie de “moléculas estrella” que, en teoría, proporcionan un gran valor añadido, como pueden ser la taurina, el ginseng y la carnitina.
Pero lo cierto es que la EFSA ha dejado claro en diversos estudios que no se ha demostrado ninguna relación entre el consumo de estas moléculas y algún tipo de propiedad saludable. Del mismo modo, advierte que estas vitaminas no nos van a proporcionar un beneficio claro ya que la mayoría solemos conseguir las vitaminas que necesitamos a través de otro tipo de productos, más saludables.
Y tal como empezamos este post: ¿somos conscientes del azúcar que ingerimos a diario? Vamos a ver que dice la OMS sobre los niveles de consumo recomendados.
Según la OMS, el consumo de azúcares añadidos no debe sobrepasar lo 50 g diarios. Si nos fijamos en el contenido de una bebida energética de 500 ml., estamos ante casi 75 g de azúcar por lata. Así pues, en una sola lata estamos consumiendo unos 15 terrones de azúcar.
Sabemos que tanto la comida como la bebida son elementos básicos para asegurar un buen crecimiento y salud física para todos y, especialmente, en el caso de los niños. Como consumidores nos vemos atraídos por una cantidad enorme de productos y tenemos que ir con mucho cuidado para elegir bien lo que comemos si queremos asegurar una buena alimentación. También debemos informarnos correctamente de los productos que compramos y saber cuáles podrían ser los sustitutivos más saludables para cada uno de nosotros.
Dicho esto, ¿cómo podemos mejorar nuestra alimentación y favorecer nuestra salud? Nosotros confiamos y promovemos la estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad). Es una estrategia de salud que tiene como meta invertir la tendencia de la obesidad mediante una alimentación saludable y de la práctica de actividad física. Con este método podremos reducir las altas tasas de morbilidad y mortalidad atribuibles a enfermedades relacionadas con la alimentación y el sedentarismo.
Siguiendo su lema: “Come sano y muévete” nuestras recomendaciones son, sobre todo, que nos informemos de los productos que nos llevamos a casa, miremos bien las etiquetas y evitemos comprar productos muy azucarados o con “moléculas” o “elementos” añadidos que no sean de un origen claro. También podemos buscar alimentos sustitutivos más saludables y poco procesados o podemos, incluso, elaborar nuestras propias bebidas en casa, que será una alternativa divertida y ayudará a los niños a comer sano y a saber elegir lo que consumen.
Comer sano, buscar productos favorecedores y hacer ejercicio…. Podría ser un buen objetivo para toda la familia, ¿No creéis?