Todo el año debemos comer equilibrado y saludable, pero en verano es importante ser conscientes de algunos cambios en nuestro día a día, hoy te dejamos 4 consejos a tener en cuenta.
Comidas
Es importante realizar 5 comidas al día, pero ojo, ¡estas deben ser ligeras! Las sopas frías (gazpacho), las ensaladas o un buen plato de pasta con verduras son ideales. Es preferible realizar 5 comidas suaves al día que 3 de pesadas. Así que las comidas copiosas mejor las reservamos para el invierno.
Formas de cocinar
En verano debemos cambiar el chip y cocinar de una manera mucho más sencilla para poder facilitar la digestión, a la plancha, al horno, al vapor son opciones mucho más beneficiosas.
Con las elevadas temperaturas del verano, es preferible cocinar pescado antes que carne; la digestión lo agradece y además los ácidos grasos esenciales del pescado azul ayudan a nutrir la piel desde el interior.
Hidratación
Con el calor el cuerpo pierde mucha agua, es imprescindible beber 2 litros de líquido al día para conseguir una óptima hidratación. Para no hacerla aburrida, prueba a combinar el agua con zumos, limonada, infusiones o refrescos no azucarados.
Productos de la huerta
El verano es ideal para disfrutar de los productos que hemos trabajado durante el año (en una publicación os comentamos como hacer un huerto en casa)
Utilizar nuestras propias lechugas y productos de nuestras huerta para preparar ensaladas veraniegas o parrilladas de verduras, con productosde proximidad y sanos, productos de temporada y frescos es, sin lugar a dudas, una apuesta a favor de nuestra salud i la del planeta.
Y es que, el verano, los cambios de rutinas, las vacaciones no tienen por qué ser contrarias a una alimentación variada, saludable y sabrosa.