La INE sitúa en un 17% de media los gastos que la alimentación supone para una familia en España. Economizar a la hora de comprar sin renunciar a una dieta variada y saludable a veces puede resultar difícil, así que los siguientes consejos pueden ser de utilidad:
- Diseña el menú para toda la semana con antelación
Es importante tener una visión general y conocer qué se va a necesitar para elaborar los menús de la semana. Esta planificación previa, que se puede hacer a modo de “lista”, será clave para ceñirse a comprar únicamente lo que se necesita y nos permitirá aprovechar más las ofertas que si improvisamos.
- Apuesta por los productos de temporada
Incluir frutas y verduras de temporada a la cesta nos permite no sólo comer de una manera saludable e incluso ecológica, sino que también nos ayuda a ahorrar. Además, si tenemos la opción, también es recomendable optar por los productos a granel, ya que los productos envasados usualmente no son tan económicos.
- Tu aliado: el congelador
Aprovechar las diferentes ofertas y comprar productos frescos sin desperdiciar comida es un problema habitual, y para ello el congelador es de gran ayuda, ya que permite comprar alimentos que presentan una ventaja volumen-precio. Además, también facilita poder cocinar en grandes cantidades y posteriormente conservarlo, lo que supone un ahorro importante no solo de dinero sino también de tiempo. Similarmente, si se dispone de una despensa con suficiente espacio, se pueden aprovechar ofertas de productos no perecederos.
- Alimentos con fecha de caducidad próxima
Muchas veces no caemos en aprovechar el precio reducido de productos con una fecha de caducidad cercana, de modo que si se trata de un alimento que tenemos que consumir en un corto plazo puede suponer una buena estrategia de ahorro. De hecho, no solo se rebajan de precio productos envasados, sino que en ocasiones también se hace con productos frescos, por lo que definitivamente es una oportunidad a tener en cuenta.
Por otro lado, también es recomendable llevar un control de los gastos para analizarlos, concienciarnos sobre dónde gastamos más y menos y a la vez sacar conclusiones para saber cómo podemos mejorar nuestra capacidad de ahorro.